¡El World Socialist Web Site les pide a sus lectores firmar la petición en líneapara exigir la liberación de los trece trabajadores incriminados de Maruti Suzuki!
Los trabajadores en todo India, Asia y el mundo tienen que entrar en una lucha por defender a los trece trabajadores de Maruti Suzuki que fueron cruel y vengativamente condenados a cadena perpetua por un tribunal indio. Las atroces condiciones en las prisiones indias hacen que dicha sentencia sea vivir el resto de sus vidas en un infierno. Pero todos son inocentes. El único “delito” del que son culpables es haber luchado en contra de las deplorables condiciones de la fábrica automotriz donde trabajaban.
Las sentencias son el resultado de un montaje concertado y planificado por la empresa Suzuki y las autoridades policiales y judiciales, con la plena complicidad de los principales partidos políticos de la India — el Partido del Congreso y el Partido Popular Indio (BJP; Bharatiya Janata Party) supremacista hindú.
¡Sus brutales condenas tienen que ser revocadas! Los trabajadores de Maruti Suzuki deberían estar libres, con sus familias y sus trabajos de vuelta.
Los trece trabajadores condenados a prisión perpetua incluyen a cada uno de los doce miembros del consejo ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de Maruti Suzuki (MSWU; Maruti Suzuki Workers Union). El MSWU fue fundado por los mismos trabajadores de la planta de Manesar, en el estado de Haryana, a raíz de una amarga lucha contra un sindicato títere de la compañía.
Los obreros que fueron incriminados participaron de forma militante en una serie de protestas industriales y huelgas, incluyendo paros y sentadas, con los que desafiaron al régimen explotador de Maruti Suzuki y a otros grandes empresarios, tanto extranjeros como nacionales, que utilizan sus fábricas indias.
El Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) y el consejo editorial internacional del World Socialist Web Site denuncia inequívocamente la persecución de estos trabajadores y de los dieciocho otros que fueron declarados culpables por cargos menores. El Estado indio y la élite política en su conjunto conspiraron para inculparlos y así intimidar a los obreros de todo el país, dando a entender que su crueldad no tiene límites cuando se trata de quebrar la resistencia que presenten los trabajadores contra sus salarios bajos, contratos precarios y brutales condiciones laborales.
Varios jueces, fiscales y otros funcionarios del gobierno exigieron reiteradamente que los trabajadores fuesen tratados con severidad para “tranquilizar” a los inversionistas. En la audiencia de la sentencia el viernes pasado, la fiscalía llegó a exigir que condenaran a los trece imputados a la horca.
El pretexto sobre el cual se realizó el montaje y una purga de personal en agosto del 2012, en la cual fueron despedidos y substituidos 2.300 trabajadores de Maruti Suzuki, fue un altercado provocado por la administración de la planta que resultó en un incendio el 18 de julio del 2012, donde murió asfixiado el gerente de recursos humanos, Awanish Kumar Dev.
En interponer la pena por “homicidio culposo” en el caso de Dev, el tribunal omitió intencionalmente su propio hallazgo que la policía conspiró con los directivos de la automotriz japonesa y que la evidencia en contra de los trabajadores había sido fabricada.
Los abogados de la defensa demostraron que el arresto en masa que procedió después del altercado en el 2012 se basó en listas de “sospechosos” proporcionadas por la misma empresa, que los testigos habían recibido instrucciones, y que ni siquiera podían identificar sistemáticamente a los acusados de los disturbios ni de otros crímenes.
Tan desacreditado estaba el caso de la fiscalía que la corte, en su condena del 10 de marzo, tuvo que exonerar a los otros 117 trabajadores de la planta en Manesar que fueron vehementemente señalados como culpables por las autoridades.
Todo el caso de la fiscalía giraba alrededor del incendio a pesar de que no pudo presentar ni una pieza de evidencia que conectara a alguno de los trabajadores, ni mucho menos a los trece imputados, con el incendio. Tampoco pudo presentar ningún argumento creíble acerca de cuándo y cómo fue iniciado éste.
El Comité Internacional hace un llamado a todos los trabajadores, estudiantes y jóvenes en todo el mundo para que luchen por la liberación de los trece trabajadores de Maruti Suzuki: Ram Meher, Sandeep Dhillon, Ram Bilas, Sarabjeet Singh, Pawan Kumar, Sohan Kumar, Ajmer Singh, Suresh Kumar, Amarjeet, Dhanraj Bambi, Pradeep Gujjar, Yogesh y Jiyalal.
El CICI está lanzando una campaña internacional destinada a movilizar la fuerza industrial y política independiente de la clase obrera en India, Asia meridional e internacionalmente para derrotar las acciones vengativas de la élite política y la patronal contra los trabajadores de Maruti Suzuki. La clase obrera internacional debe asumir esta lucha por que liberen inmediatamente a todos los trabajadores incriminados falsamente, retiren todos los cargos y reintegren a todos los trabajadores purgados en el 2012.
El montaje y el encarcelamiento de los trabajadores de Maruti Suzuki es el ejemplo más extremo de un proceso que se está desarrollando a nivel global. En todos los países, las enormes corporaciones y sus mercenarios políticos están librando una guerra contra la clase obrera.
En Estados Unidos, Europa y Japón, los políticos derechistas como Donald Trump están atacando a refugiados y trabajadores inmigrantes mientras intensifican su ofensiva contra los empleos, niveles de vida y programas sociales de toda de la clase obrera. Su objetivo es encauzar más dinero hacia sus guerras criminales y hacia los bolsillos de la insaciable aristocracia financiera y corporativa.
Las transnacionales como Suzuki ubicaron plantas de producción modernas en India, Bangladesh, el resto de Asia, África y América Latina precisamente porque los trabajadores son sometidos a las formas más brutales de explotación. Las élites políticas y toda la maquinaria estatal, como lo ejemplifica el montaje contra los trabajadores de Maruti Suzuki, responden servilmente a dichas compañías cuándo les ordenan suprimir despiadadamente toda resistencia obrera.
Los trabajadores de ningún país pueden defenderse si no es a través de la unificación con sus hermanos y hermanas de clase en todo el mundo como parte de una lucha por los derechos sociales y democráticos de todos los trabajadores.
Existe una enorme simpatía y apoyo hacia los trabajadores de Maruti Suzuki dentro de la clase obrera india. Por temor a que surjan protestas de masas, las autoridades estatales en el cinturón industrial de Manesar-Gurgaon han movilizado a miles de policías e impuesto prohibiciones absolutas a reuniones de más de cinco personas.
En India, como todo el mundo, los sindicatos y los partidos de “izquierda” tradicionales han abandonado totalmente a la clase obrera. El Congreso de Sindicatos de India (AITUC; All India Trade Union Congress) y el Centro de Sindicatos Indios (CITU; Centre of Indian Trade Unions), ambos controlados por estalinistas, han mantenido un silencio casi total sobre la victimización y montaje contra los trabajadores de Maruti Suzuki. Sus sitios web y los de los partidos políticos con los que están aliados — el Partido Comunista de India y el Partido Comunista de India (Marxista) — han guardado silencio sobre la condena del 10 de marzo y la sentencia del 18 de marzo.
Tanto las centrales estalinistas como el resto de ellas se oponen categóricamente a conectar la lucha por defender a los trabajadores de Maruti Suzuki con la movilización de la clase obrera en luchas industriales y políticas independientes en contra del trabajo por contrato laboral, los bajos salarios y las condiciones explotadoras.
Sus esfuerzos han ido dirigidos a convencer al MSWU y a los trabajadores en Manesar para que gasten sus energías apelando a los políticos capitalistas y a la policía y tribunales indios — es decir, a las mismas instituciones que se dedican a defender la dictadura de las corporaciones y los aumentos en la pobreza y la desigualdad social.
El gobierno indio y el del estado de Haryana, ambos encabezados por el Partido del Congreso, presidieron sobre el asalto inicial contra los trabajadores de Maruti Suzuki. Durante los catorce meses antes de las detenciones y la purga en Manesar, el gobierno estatal envió a la policía a romper las acciones de los trabajadores una y otra vez, acusando al MSWU de confabular con “terroristas” y otros “forasteros” que buscaban “sabotear” la economía del estado. Ahora, con el BJP en el poder en Delhi y Haryana, las acciones vengativas de la patronal y el Estado han continuado sin pausa.
El CICI insta a los trabajadores automotrices y a todos los lectores del WSWS a oponerse a esta farsa y exigir la liberación inmediata de todos los presos de Maruti Suzuki. La situación de estos trabajadores debe ser compartida con trabajadores y defensores de los derechos democráticos en todo el mundo. Únanse a construir una campaña internacional en defensa de los trabajadores de Maruti Suzuki basada en la movilización de la fuerza de clase del proletariado.
El CICI lanzó una petición en líneaque exige que los dejen libres inmediatamente. Llamamos a todos nuestros lectores a firmar esta petición y a unirse a la página de Facebook dedicada a organizar y movilizar apoyo para los trabajadores automotrices de Maruti Suzuki.