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Perspectiva

EE.UU. y OTAN arriesgan una guerra nuclear con sus planes para atacar Rusia

Frente al deterioro de la posición militar ucraniana e importantes avances de las fuerzas rusas, las potencias de la OTAN están amenazando públicamente con una escalada masiva de la guerra que involucraría el despliegue de tropas de combate de la OTAN en territorio ucraniano y ataques contra la infraestructura y ciudades rusas.

Esta fotografía del Ministerio de Defensa de Corea del Sur muestra un misil Taurus durante un ensayo militar en la costa occidental del país, 13 de septiembre de 2017 [AP Photo/South Korea Defense Ministry]

Después de retirarse de Adviidka, las fuerzas ucranianas están replegándose aún más. En medio de bajas masivas, el ejército ucraniano no puede reclutar reemplazos para el frente. “Zelenski está en apuros para reclutar más tropas mientras las fuerzas rusas avanzan”, dice un titular del New York Times el domingo.

La semana pasada, funcionarios de los de cuatro Estados miembros de la OTAN, Francia, Canadá, Países Bajos y Lituania, declararon que estaban considerando la posibilidad de enviar tropas de combate contra Rusia en Ucrania. Después, el viernes, los medios de comunicación rusos filtraron una discusión entre líderes militares alemanes en la que se hablaba del uso de armas alemanas de largo alcance para atacar Crimea. En medio de estos acontecimientos, el Gobierno británico admitió haber desplegado un “pequeño número” de tropas en Ucrania.

La temeraria escalada bélica se está llevando a cabo sin ninguna explicación pública de lo que la OTAN está planeando, por no hablar de un reconocimiento franco de las consecuencias potencialmente catastróficas del despliegue de fuerzas en Ucrania y de los ataques a Rusia.

Haciendo caso omiso de la advertencia explícita hecha por Putin durante la semana pasada de que la intervención directa de las fuerzas de la OTAN en Ucrania podría conducir al uso de armas nucleares, los líderes de la OTAN y los medios de comunicación se burlan del peligro, afirmando que el presidente ruso está simplemente fanfarroneando. 

Esta complacencia no tiene justificación. El Gobierno de Biden y sus aliados europeos están participando en un juego asombrosamente imprudente de ruleta rusa nuclear.

Olvidando aparentemente sus propias declaraciones anteriores, hechas al comienzo de la guerra en febrero de 2022, de que la intervención directa de la OTAN significaría una Tercera Guerra Mundial, los líderes imperialistas afirman ahora que Rusia no tomará represalias aunque su territorio sea atacado directamente. Además, aunque exista la posibilidad de un contraataque masivo, insisten en que la OTAN no debe dejarse disuadir por ese peligro.

Un argumento que se está utilizando en los medios de comunicación y en los centros de pensamiento es que ha sido un error por parte de la OTAN manifestar cualquier preocupación de que la escalada de la guerra de Ucrania lleve a un conflicto nuclear con Rusia.

“Ceder al chantaje nuclear de Putin aumentará las probabilidades de una guerra nuclear”, afirmó Peter Dickinson, del Atlantic Council, un centro de pensamiento con sede en Estados Unidos. “Ucrania ha detectado repetidamente los engaños de Putin, exponiendo que las bravatas nucleares del dictador ruso son palabras vacías”. Y concluyó: “Mientras que Ucrania se ha negado a dejarse intimidar por el chantaje nuclear de Putin, no puede decirse lo mismo de Occidente... El miedo occidental a una escalada es el mayor obstáculo”.

En Alemania, el Frankfurter Allgemeine Zeitung declaró que la amenaza rusa de utilizar armas nucleares “no se hará realidad. Ni siquiera si, como ya ocurre regularmente, se utilizan misiles y misiles de crucero estadounidenses y británicos para atacar objetivos militares en los territorios ucranianos anexionados por Rusia, incluida Crimea”.

El Lowy Institute, un centro de pensamiento australiano favorable a la OTAN, declaró: “La cuestión clave es si Occidente detectará el engaño de Putin o cederá a su postura nuclear de alto riesgo, una decisión que marcará el resultado del conflicto”.

Al afirmar públicamente que Putin está haciendo amenazas vacías, la OTAN no hace más que incitarlo a reaccionar agresivamente y poner en evidencia su error de cálculo. 

Mientras afirman en voz alta que Rusia no hará nada, los estrategas estadounidenses y europeos están jugando con la posibilidad de una escalada que provoque una guerra nuclear. El New York Times empezó a publicar el domingo una serie de extraordinarios artículos de opinión bajo el titular “Al borde del abismo”, que se enfocan en “la amenaza de las armas nucleares en un mundo inestable”. 

El escritor principal del proyecto, W.J. Hennigan, inició la serie con un artículo titulado “Al borde del abismo”, que comienza:

“Si les parece alarmista anticipar las horribles consecuencias de un ataque nuclear, consideren esto: los Gobiernos de Estados Unidos y Ucrania llevan al menos dos años planeando este escenario”.

En el otoño de 2022, escribe Hennigan, “una evaluación de los servicios de inteligencia de EE.UU. puso las probabilidades en un 50-50 de que Rusia lanzara un ataque nuclear para detener a las fuerzas ucranianas si superaban su defensa de Crimea”. Hennigan añade que, anteriormente, “la Administración de Biden había dirigido a un pequeño grupo de expertos y estrategas, un 'Equipo Tigre', para idear un nuevo 'libro de jugadas' nucleares en materia de planes de contingencia y respuestas”.

En el anuncio de la campaña electoral presidencial del Partido Socialista por la Igualdad (Socialist Equality Party, SEP) de Estados Unidos, su presidente nacional David North, declaró:

“Las potencias de la OTAN han repetido que no las disuadirá el peligro de un conflicto nuclear. El uso deliberado de armas nucleares tácticas y estratégicas, que por décadas fue rechazado como sinónimo de locura, ahora se está 'normalizando' como un componente legítimo de la estrategia geopolítica imperialista”.

La guerra pasa a una escala mucho mayor y más sangrienta. Todo esto se está haciendo a espaldas de la población, apoyándose en la falta de información y en la desinformación. El lunes, el Estado alemán mintió descaradamente, afirmando que una convocatoria de emergencia del embajador alemán al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no tenía nada que ver con las discusiones filtradas sobre misiles alemanes para atacar Crimea. 

La clase dominante miente al público porque quiere tener libertad para llevar a cabo sus conspiraciones militares sin obstáculos. Ya existe una gran oposición entre los trabajadores y los jóvenes a la escalada bélica. Después de que Macron planteara la posibilidad de enviar tropas europeas para luchar contra Rusia en Ucrania, las encuestas revelaron que el 68 por ciento de los franceses y el 80 por ciento de los alemanes se oponen a ello. En la medida en que las masas en EE.UU. y otros países de la OTAN conozcan la verdad, esta oposición irá en aumento.

El World Socialist Web Site denuncia la conspiración del imperialismo de EE.UU. y la OTAN que busca arrastrar a la humanidad a una catástrofe nuclear. Hay que arrebatar el poder de las manos de estos belicistas. Sus acciones amenazan con destruir la civilización humana.

Deben organizarse protestas masivas en todos los países para exigir la retirada total de las fuerzas de la OTAN de Ucrania y el fin inmediato del conflicto. Esto debe estar conectado con el desarrollo de un movimiento antiimperialista en la clase obrera internacional, para contraponer a la barbarie capitalista el programa de la revolución socialista mundial.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 4 de marzo de 2024)

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