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Perspectiva

Traición en los puertos: sindicato ILA traiciona la huelga de estibadores en EE.UU.

Estibadores en el piquete de huelga, terminal de contenedores Barbours Cut, durante el primer día de la huelga, 1 de octubre de 2024, Houston, Texas [AP Photo/Annie Mulligan]

En una traición masiva, el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA) finalizó la poderosa huelga de 45.000 estibadores el jueves por la tarde.

Los trabajadores portuarios necesitan rechazar este intento de sabotear su lucha. La huelga demostró el vasto poder de la clase trabajadora, amenazando con paralizar las operaciones de importantes corporaciones y las guerras globales de Estados Unidos. Pero tanto más poderosa sea la huelga, cuanto antes es finalizada por la burocracia sindical.

La burocracia del ILA se sintió obligada a rescatar al Gobierno de Biden y garantizar el flujo de armas para las guerras estadounidenses en todo el mundo. Después de haberse comprometido a seguir transportando equipo militar durante la huelga, el aparato sindical está ansioso por demostrarle a la élite política que puede apoyarse en él para imponer orden en el “frente de guerra nacional”.

El cierre de la huelga siguió al anuncio el jueves por la tarde del gobernador derechista de Florida, Ron DeSantis, de que desplegaría la Guardia Nacional en los puertos de Florida para interrumpir la huelga, alegando falsamente que la huelga estaba interfiriendo con los esfuerzos de socorro tras del huracán Helene.

Al finalizar la huelga, los funcionarios del ILA anunciaron un “acuerdo tentativo” que solo cubre salarios, pero no es un contrato completo. Los trabajadores están volviendo al trabajo bajo una extensión de 90 días del contrato existente que expira el 15 de enero.

Se rumorea que el acuerdo salarial incluye un aumento del 61 por ciento en seis años. Pero no hay acuerdo sobre otros aspectos, incluyendo protecciones laborales contra la automatización. Este fue el principal problema que inspiró la huelga en primer lugar.

Los burócratas sindicales afirman que la extensión de tres meses dará a los negociadores “tiempo” para discutir estos y otros términos. Esto es absurdo, dado que renunciaron voluntariamente a ejercer el poder de los trabajadores al acabar con la huelga antes de que estas negociaciones comenzaran.

Al igual que con la “huelga de pie” limitada del sindicato United Auto Workers el año pasado y la campaña vacía de “estar listos para la huelga” del sindicato Teamsters en UPS el año pasado, se está preparando el escenario para despidos masivos impulsados por la automatización. Los burócratas de cada sindicato también han dicho que obtuvieron “victorias históricas” en salarios y otros temas, solo para que miles comenzaran a perder sus empleos a las pocas semanas de la ratificación.

En los últimos dos días, ha habido una campaña masiva en los medios corporativos contra la huelga. Una serie de declaraciones, incluidas las del Wall Street Journal y National Review, han instado a Biden a emitir una orden en virtud de la ley Taft-Hartley. Business Insider calificó la huelga como una de “un trío de crisis” que amenazan con poner fin a la campaña de Harris.

Muchos medios de comunicación, incluidos los llamados periódicos “liberales” como el New York Times, también publicaron artículos sobre el salario de cerca de 1 millón de dólares del presidente del sindicato ILA, Harold Daggett, recordándole de qué lado está el pan con mantequilla.

El miércoles, Biden, quien prohibió una huelga en los ferrocarriles hace dos años, calificó la huelga portuaria como un “desastre provocado por el hombre” y pidió a los operadores sindicales y portuarios que “la lleven a cabo”. Esta fue efectivamente una orden a los burócratas del ILA de que no podían permitir que la huelga continuara.

La amenaza de DeSantis de romper la huelga desenmascara las pretensiones populistas de Trump y los republicanos, que han sido capaces de sacar provecho de la obsesión de los demócratas con la guerra y su indiferencia ante la crisis social que enfrentan los trabajadores. El intento de los republicanos de construir un movimiento fascista, a través de la incitación racista contra los inmigrantes, tiene como objetivo aplastar toda resistencia a las ganancias corporativas y la guerra imperialista.

Durante meses, Daggett y otros h an pronunciado diatribas vulgares y largas contra las empresas portuarias. Pero esto solo lo hizo para mantener el control sobre la verdadera fuerza impulsora de la huelga: la ira masiva de las bases. Como advirtió el WSWS, pusieron fin a la huelga en la primera oportunidad.

La huelga portuaria demostró la capacidad de la clase trabajadora para detener la guerra y reorganizar la sociedad en interés de la amplia mayoría de la población, no de los pocos ricos. Los mismos intereses de lucro que impulsan las guerras en el extranjero también están detrás de los ataques a la clase trabajadora en forma de automatización, horas extras obligatorias y estancamiento salarial.

La fuerza laboral internacional en la industria naviera, que involucra a trabajadores de todos los continentes empleados por corporaciones globales, es un microcosmos de la unidad global de la clase trabajadora, que no quiere enfrentarse a sí misma en guerras de conquista.

Pero la traición de la huelga muestra que el poder de la clase trabajadora solo puede organizarse a través de una lucha implacable contra la burocracia sindical propatronal. La tarea de los trabajadores es una rebelión contra el aparato y la formación de nuevos órganos de lucha, comités de base, para afirmar el control democrático y establecer amplias líneas de contacto con los trabajadores de todo el mundo.

En Detroit, los trabajadores automotores de base que enfrentan despidos masivos aprobados por la burocracia del UAW, incluidos 2.400 la próxima semana en la planta de Warren Truck, dijeron que deberían seguir el ejemplo de los trabajadores portuarios y librar una huelga para defender los empleos también.

La huelga contó con un amplio apoyo de los trabajadores de todo el país que querían unirse a ellos en una lucha colectiva para presionar por demandas comunes. El jueves por la tarde, el Comité de Base de Trabajadores de Boeing emitió una declaración en la que llamaba a la unidad con los trabajadores portuarios para “defender los empleos y detener la guerra mundial”.

“Tenemos que aprovechar nuestra ventaja”, decía el comunicado. “Los funcionarios sindicales de todo el mundo están a la defensiva debido a la magnitud de la ira de las bases después de años de recortes ante la inflación, ataques a nuestro seguro médico y problemas de seguridad no resueltos y mortales”.

Los estibadores deben organizarse para oponerse a esta traición, construyendo comités de base para liderar una verdadera lucha dirigida contra los operadores portuarios y los partidos capitalistas, junto con sus lacayos en el aparato sindical.

En el fondo, esta es otra etapa de un conflicto cada vez mayor entre la burocracia sindical y la clase trabajadora. Cuanto más descaradamente actúen los funcionarios desafiando la voluntad de las filas, más trabajadores concluirán que se necesita una nueva estrategia. Deben decidir unirse al creciente movimiento de comités de base, para poner a los trabajadores en control y organizar una lucha real, uniendo a los trabajadores en todo Estados Unidos y en todo el mundo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de octubre de 2024)

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