Durante semanas, el gobierno alemán y los partidos de oposición han estado compitiendo con sus propuestas sobre cómo rechazar a los refugiados, sellar las fronteras y socavar el derecho básico al asilo. Esto alcanzó un nuevo clímax con la segunda cumbre sobre migración del pasado martes, que podría caracterizarse como un impulso para la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Al igual que en la primera cumbre de hace una semana, el gobierno había invitado a representantes de los estados federados, así como a los de la Democracia Cristiana (CDU/CSU) para discutir medidas conjuntas. La ministra del Interior, Nancy Faeser (Partido Socialdemócrata,SPD), había presentado previamente un catálogo de medidas que endurecerían drásticamente el régimen en las fronteras.

Los refugiados cuya solicitud de asilo sea responsabilidad de otro estado europeo según las normas de Dublín—lo cual es casi todos debido a la situación mayoritariamente sin salida al mar de Alemania—serán detenidos hasta su deportación y deportados más rápidamente. Con este fin, se ampliarán los controles fronterizos, la policía fronteriza y los centros de detención.

Sin embargo, esto no fue suficiente para la CDU y la CSU, que exigieron la expulsión inmediata de todos los refugiados que no tengan documentos legales de entrada, incluso si hubieran solicitado asilo, lo que violaría el derecho europeo e internacional vigente y provocaría fuertes tensiones dentro de la UE. Polonia y Austria, a través de los cuales muchos refugiados entran en Alemania desde Ucrania y, a través de la ruta de los Balcanes, desde Oriente Medio, ya han protestado con vehemencia.

Sin embargo, los partidarios del cierre total de las fronteras esperan un efecto dominó en el que estos países y, en última instancia, Grecia, Italia y otros países de la periferia de la UE también cerrarían herméticamente sus fronteras. Después de que 30.000 personas ya se hayan ahogado en el Mediterráneo en los últimos 10 años, esto resultaría en un aumento dramático en el número de víctimas.

Después de dos horas, la CDU y la CSU abandonaron la cumbre y dejaron la reunión. 'Durante la discusión, rápidamente quedó claro que había una falta de voluntad política en el gobierno de coalición para rechazar a los refugiados en las fronteras internas de Alemania', afirmaron. El líder de la CDU, Friedrich Merz, escribió en la Plataforma X: 'La coalición está capitulando ante los desafíos de la migración irregular. El gobierno federal es incapaz de actuar y carece de liderazgo'.

Por su parte, los partidos del gobierno —SPD, Liberal Demócrata (FDP) y Verdes— acusan a la CDU/CSU de andarse por las ramas en lugar de asumir su responsabilidad. 'Pura palabrería sin hacer nada,' dijo acusadoramente el canciller Olaf Scholz durante el debate parlamentario general en el Bundestag el miércoles.

Los ciudadanos no querían ver representaciones teatrales, opinó Scholz. Hubiera sido bueno encontrar soluciones comunes al problema migratorio, gritó el canciller. El canciller Olaf Scholz presumió que su gobierno había logrado el “mayor cambio en el manejo de la migración irregular” y agregó: “No se quejen, actúen y aborden el problema. Ese es el lema.”

El secretario general del FDP, Bijan Djir-Sarai, dejó claro que la coalición estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para llegar a un acuerdo con la CDU/CSU. Hizo hincapié en que no había razón para que la cumbre fracasara: 'Después de todo, se ha ofrecido a la CDU/CSU que sus propuestas sobre el rechazo de los solicitantes de asilo se implementarán en su totalidad'.

El líder del FDP, Christian Lindner, escribió en X: “La cancelación de la cumbre sobre asilo por parte de la CDU/CSU no debe ser la última palabra.' Lindner sugirió que él, el líder de la CDU, Merz, el canciller Scholz y el ministro de Asuntos Económicos de los Verdes, Robert Habeck, deberían sentarse en persona para 'resolver el problema juntos'. Alemania necesita control y consistencia en lo que respecta a la migración, dijo.

Sahra Wagenknecht, líder del partido BSW, una escisión del partido La Izquierda, atacó la cumbre desde la derecha. 'Obviamente no se trataba de una cumbre migratoria, sino de una cumbre de evasores, una declaración de bancarrota en términos de política de asilo', declaró.

En el tabloide de derecha Die Welt, Wagenknecht se acusó a Scholz y a su predecesora Angela Merkel de haber 'convertido a Alemania en un imán de refugiados en Europa'. Los incentivos eran demasiado altos: “A quienes llegan a nuestro país se les concede, de hecho, un derecho de residencia ilimitado y acceso a prestaciones sociales”. Esto debe detenerse. Necesitamos “un cambio drástico en la política de asilo: cualquiera que venga de un tercer país seguro no debe tener derecho a un procedimiento [de asilo] o a prestaciones”.

Esta agitación constante contra los refugiados es grano para el molino de la AfD.

En un comunicado de prensa, la portavoz nacional de AfD, Alice Weidel, escribió que el fracaso de la cumbre migratoria 'también debería dejar claro hasta al último ciudadano que los viejos partidos no están dispuestos ni son capaces de resolver la crisis migratoria'. Esto 'solo era posible a través de controles fronterizos continuos y el rechazo constante a los inmigrantes ilegales'. Cuando gobernaba, la CDU/CSU había fracasado estrepitosamente en este aspecto. Para compensar este error, 'debe buscar socios gubernamentales con los que también pueda implementar tales demandas', es decir, la AfD.

Después de ganar las elecciones estatales en Turingia el 1 de septiembre y convertirse en el segundo partido más fuerte de Sajonia, la AfD también espera ganar las elecciones en Brandeburgo el 22 de septiembre. Con un 29 por ciento en las encuestas, está muy por delante del SPD (22 por ciento) y de la CDU (17 por ciento). El BSW de Wagenknecht está en el 15 por ciento, mientras que los Verdes deben temer por su reingreso al parlamento estatal, y el partido La Izquierda y el FDP también están muy por debajo del 5 por ciento para obtener representación.

El ascenso de la AfD es el resultado del giro a la derecha en toda la política burguesa. Los refugiados que huyen en busca de seguridad de las guerras instigadas por la OTAN en Oriente Medio y Ucrania están siendo convertidos en chivos expiatorios de la creciente crisis social: por la vivienda cara, la falta de plazas en guarderías, la escasez de profesores y los bajos salarios, cuando en realidad los responsables son los miles de millones obtenidos por los beneficios de los ricos y el gasto gigantesco en guerras y armamento. Mientras que bajo los nazis fueron los judíos los que fueron utilizados como pararrayos para la indignación social, hoy son los inmigrantes.

Los partidos del establishment, desde la CDU/CSU hasta el SPD y los Verdes, el partido La Izquierda y el BSW, están adoptando las políticas de la AfD y allanando el camino a los fascistas porque la resistencia a sus políticas proguerra en Ucrania y Palestina está creciendo y enormes luchas de clases son inminentes.

El anuncio de cierres de plantas y despidos obligatorios por parte de VW anuncia la destrucción de cientos de miles de empleos estables en toda la industria automotriz, así como en las industrias del acero, química y de la construcción. Es por eso que se está fortaleciendo a los fascistas y se está fortaleciendo el aparato policial y de vigilancia con el pretexto de luchar contra el terrorismo y los refugiados.

Los trabajadores y los jóvenes deben defender a los refugiados y su derecho al asilo. Esta no es solo una cuestión elemental de la humanidad, sino también en su propio interés. La destrucción de los derechos democráticos y el establecimiento de un estado policial, que se justifica por la agitación contra los inmigrantes, también deben dirigirse contra los trabajadores en huelga, los activistas contra la guerra y los socialistas.

(Publicado originalmente en inglés el 12 de septiembre de 2024)